A los niños se le deben enseñar a tener principios y valores adecuados. Con estos dos factores van a formar el carácter y el carácter definirá a sus vidas.

Nací en una familia típica de clase obrera finlandesa. No viaje mucho al extranjero cuando estaba creciendo. Aun así tuve una infancia muy bonita que me dejó con algunos recuerdos eternos.

Estábamos siempre juntos, mis padres siempre tenían tiempo para nosotros y en cada decisión que tomábamos, «La familia siempre estuvo primero» Pasábamos los veranos en el lago, en el bote de mi padre (Kati 2). Los días pasaban rápido cuando estábamos nadando y jugando en el agua. Desafortunadamente también hizo esos años.

Como uno de los valores que nuestros padres nos dieron era, el de trabajar por lo uno quiere y que para alcanzar el cielo requiere mucho trabajo. Tanto mi hermano y yo empezamos a trabajar en nuestra adolescencia. Yo tenía un trabajo a tiempo parcial en una tienda de ropa. Y cuando estaba a punto de cumplir los 16 años hice un curso de modelaje y empecé a modelar en mi ciudad. Poco después empecé a hacer concursos de modelado nacionalmente reuniendo así más experiencia y esto me llevó hasta Italia.

Fue en Italia donde realmente a aprender la dura realidad del mundo de la moda. Imagínese 10 audiciones en un día. Uno se va del uno al otro para competiendo con cientos de chicas bellas que se dan del todo para conseguir el trabajo. Y así iba todos los días.

Estaba decidida sin embargo de ser modelo y triunfar en el mundo del modelaje. Inmediatamente después de terminar la escuela secundaria me fui a Los Ángeles (California, EE. UU.) A batallar con las mujeres más bellas en competencias más duras.

El mundo de la moda es un ambiente muy frío y duro. Hay aquellos que siempre tratan de romper el espíritu de uno. Es su manera de eliminar la competencia. Hay quienes tratan de tomar el camino fácil al tener relaciones sexuales con los fotógrafos y otras personas influyentes únicamente para salir adelante.

Siempre había fiestas, mucho alcohol y drogas, pero siempre me quedaba en casa. Estaba allí para trabajar, no para ir de fiesta. Iba a lograrlo por mi cuenta, y justo cuando las cosas comenzaban a tomar un poco de forma, todo se vino abajo con un abrupto final. En ese momento me pareció un desastre. Más tarde me di cuenta de que Dios tenía muchos más grandes planes para mí.

Vivir la vida al máximo puede dar una ilusión de grandeza. Me encanta verme bien y ser lo mejor que puedo ser en cada segundo del día. Es mi forma de reflejar de mi espíritu. No se trata de dinero (Y Dios sabe nuestros ingresos están por debajo de los ingresos de la pareja promedio desde Henning aún no tiene un trabajo estable y, obviamente, no puede trabajar). Se trata de lo que tienes dentro y compartirlo con los demás. Creo firmemente que a partir de todos los accesorios que tengo, mi sonrisa es el más grande. Y ser capaz de compartirlo con todo el mundo es una gran bendición.

Parece que el mundo, la gente de hoy en día solo le interesa el dinero y las cosas materiales. Y trabajar lo menos posible para tenerlo todo. Me gustaría que hubiera una manera para mí para sacudir a la gente y despiértalos: «No es la casa, es el hogar lo que cuenta», «No es el coche, sino el camino», » No es la cantidad de los amigos que tienes en Facebook. Es la cantidad de personas que usted es un amigo de la vida real»

Yo no tomo a nadie, nada, ningún tipo de movimiento como si nada. Aprendí a no quejarme por pequeñas cosas. Vivir mi vida en una silla de rueda me hizo comprender que debía disfrutar del aquí y el ahora. Me pongo cada día mi mes mejores ropas y siempre procuro decir lo que tengo que decir

Me di cuenta de que preocuparse de nada de antemano por algo no sirve de nada. Realmente he aprendido que la mente es algo muy poderoso. No depender de otros es una cosa enorme en muchos sentidos. De una manera que le ayudará a tener más autoconfianza, en cuyo caso se basa en su carácter. Y del otro lado le ayudará a apreciar más a la gente y a las cosas y de eso aprende a valorizar a todo por lo que es. Comprender esto fue un gran alivio.

Todos tenemos nuestros valores, pasados a nosotros de generación a generación. Todos tenemos principios que nos guían en las líneas del cómo vivir. Con puro carácter se puede superar a todos los obstáculos y establecer su propio lugar en este mundo.

Por supuesto, tener un poco de actitud no le haría daño. Uno de mis lemas de la actitud es: «estas alas cortadas no me van a retener, esta águila de poseer el cielo a pesar de todo»

Kati