Somos seres humanos, nos cansamos, y todos tenemos que descansar de vez en cuando. Incluso una mujer que no hace nada (no se puede mover) en absoluto se cansa. De vez en cuando no tengo ganas de salir de la cama; Necesito un día de descanso en la cama simplemente viendo la tele.

Un día típico para mí empieza a las ocho de la mañana, mi asistente empieza su trabajo. Lo primero es cepillar los dientes, me limpia el cuerpo, me viste y luego me eleva hasta mi silla de ruedas. En la silla, me arregla la ropa, cepilla el pelo y acaba por arreglar esos pequeños detalles. A continuación, me lleva a la cocina para comer algo. Después de un desayuno ligero, me lleva a mi computadora donde paso la mayor parte de mis días.

En la computadora es el único lugar donde puedo ser totalmente mí mismo sin la ayuda de nadie. Es allí donde hago el 100% de trabajo y el 90% de mi vida social. En la vida real, necesito asistentes que hacen todo para mí. En la computadora y el Internet no estoy paralizado ni encerrado en mí mismo.

Una persona cínica puede plantear la cuestión de; ‘¿Cómo puede ser que una persona que se pasa todo el día en una silla puede estar cansada? “Bueno, uno también se cansa de estar sentado, especialmente si esa es la única cosa que hacer día tras día. Además de eso, el cerebro también se cansa.

Todos los seres humanos son diferentes. Algunas personas pueden vivir felices siguiendo la misma rutina día tras día. Sin embargo, también existen aquellas personas que son todo lo contrario. Algunas personas que necesitan tener un cambio en sus hábitos regulares, y que necesitan tener nuevos retos diariamente. Solía ser tal persona. Una de las cosas más difíciles de aceptar para mí era que no iba a ser capaz de vivir tal vida nunca más. Fue duro para mí para adaptarme a la realidad de que mi vida para siempre iba ser una de no más que seguir una rutina.

Una pieza de sabiduría que he obtenido de años de inmovilidad es la frase; ‘Nunca darse por vencido’ lo que es una de las mejores frases de motivación que existe. Cuando uno se enfoca en un objetivo en particular. Su sueño, cada célula de su cuerpo le empuja hacia adelante para lograr el objetivo. ¡Se siente como que es su destino!

Sin embargo, más grande el objetivo, más difícil el camino. Habrá obstáculos en el camino. Habrá dificultades desgarradoras. Llegará un momento en el que le gustaría dejarlo ir. En momentos como este uno tiene que decir a sí mismo, gritar a sí mismo; ‘¡NO TE DES POR VENCIDO!’

“Nunca darse por vencido es una gran frase para exclamar en voz alta para empujarse hacia adelante.”

Sin embargo, el camino de la vida es larga y ‘nunca darse por vencido’ no se puede aplicar a cada segundo del día, en cada situación. Os recuerdo que somos los seres humanos, y hay más en la vida que hacer un sueño realidad.

La vida es como la guerra, sueños, deseos, metas, objetivos, etc. – cada uno es solo una batalla de miles. Unas batallas se perderán. Para ganar en la vida y llegar a ser sabio hay que perder de vez en cuando. El experimentar sólo una cara de la moneda no le da a uno una vida plena y llena de sabiduría. Al igual que ganar, también hay que aprender a perder.

Siempre tenemos que estar dispuestos a luchar. Sin embargo, también tenemos que aprender a rendirnos (¿no es eso lo que se trata el amor?). Tenemos que mantenernos más ajustado posible. Por otro lado, también tenemos que comprender que hay momentos en que debemos dejar ir. Especialmente cuando nuestras vidas se comparten con otros. Tenemos que considerar y reconsiderar si nuestros deseos le hacen daño en una forma u otra a las personas que comparten sus nuestras vidas con nosotros.

Somos seres humanos y, a veces sólo tenemos que dejar ir y tomar un descanso porque eso es lo mejor para nosotros. A veces tenemos que ‘darnos por vencido’ y perder una batalla para que podamos ganar la guerra.

A pesar de que ‘nunca darse por vencido’ no se puede aplicar todo el tiempo en a la vida, ’nunca ceder’ si se puede.

Debemos dejar que la fe se haga cargo. Tómese el tiempo para descansar y relajarse. Tenemos que aprender a perder y cómo hacer que algunos van objetivo. Sin embargo, esto no quiere decir que estamos dando en. Después de descansar o perder una batalla, no vamos a darnos por vencido y dejar de vivir y luchar. Aceptamos la realidad, nos adaptamos y empezamos de nuevo. Le damos de nuevo lo mejor que tenemos cuando enfrentamos a la próxima batalla. No importa lo que pasó ayer, cuan desgarrador que era, siempre vamos a mantener la cabeza en alta y seguiremos hacia adelante.

Deje que su vida sea un eslabón de la cadena que conecta el pasado con un mejor y más brillante futuro y deje que la muerte el día que llega sea una coronación de una vida bien vivida.